PLENITUD DE SER.

Volvemos a insistir de nuevo, en la trampa del vacío...
Empezaste tus prácticas de meditación colocándote en la figura del "observador", así, observabas tus pensamientos, tus emociones y discernías que no eras lo observado...
Después de afianzarte durante un tiempo en la figura del observador, empezaste a interesarte más por él que por los objetos observados y casi sin darte cuenta, el foco de tu atención cambió, giró hacia dentro...
Y un día, de repente, la figura del observador estalló como una pompa de jabón.., ya no estaba allí, no estaba en ningún punto concreto, sino que estaba en todas partes...
Desde ese momento la percepción dual cambió, ya no había distancia entre el perceptor y lo percibido..
Entonces, que liviandad, que ligereza...Y ese sabor, ese descubrimiento, de no ser quien habías creído ser, obtuvo todo el protagonismo...
Ahora lo que estaba de relieve era ese vacío...
Es muy importante a partir de ese momento soltar ese sabor, desapegarse de esa ligereza.., porque es también un espejismo, tal como lo era la falsa identidad... Es una trampa mortal. 
Si sueltas esa percepción de vacío, entonces, lo que se revela no tiene nada que ver con "la falta de algo o de alguien"...
Lo que se revela es una totalidad, una completud, en la que "tú" no estás ausente... La Verdad es Total y Perfecta, formas parte de Ella sin separación. Habitas en la Casa del Padre. 


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