ENTRE TÚ Y DIOS.
Todo es entre tú y Dios, no hay nadie más aquí.
Todo lo que ves, todo con lo que te relacionas, incluidos a los que llamas "otros", no son más que una proyección de ti mismo. No hay nadie más aquí, todo es entre tú y Dios.
Entre tú y Dios, porque esa es la única relación que realmente existe, relación de la que intentas escapar y esconderte.
Huiste del Amor del Padre, inventando un mundo en el que vivir aparte de Él. Un mundo, por tanto, inexistente, en el que no puedes encontrarte, un mundo en el que crees habitar con una falsa identidad.
Pero los placeres de este mundo irreal causan dolor y el sufrimiento trae a tu memoria dormida, una y otra vez, recuerdos de tu origen.
Ya es tiempo de dejar caer lo falso, deja tu arrogancia infantil. Porque tan solo eres un niño asustado que teme el castigo de su padre, un padre que es tan solo amor y que te está esperando, velando tu sueño, con los brazos abiertos y deseando que despiertes.
Despertemos, no hay nada que temer, el miedo y la culpa ya han sido desenmascarados, no tienen cabida aquí. Ahora descubres que tan solo la Dicha y el Amor son tu Hogar, tu Identidad.
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